Tengo la cabeza en otro lugar, y centenares de miles de pensamientos cruzan mi mente antes que la tarea que tengo asignada. Así pues, además de improductivo, soy un peligro para todos los que me rodean, pues puedo contagiarlos con mi apatía.
Gran argumento, ¿verdad? Pues a mis jefes les resbala. Si no quiero trabajar los viernes me invitan a no hacerlo tampoco e lunes, ni el martes, ni el miércoles... ya veis hacia donde voy.
Pero eso no significa que sea un mal argumento. Y como nunca he donado nada a una ONG, me parece que esta será mi buena obra del dí...del añ...de la década.
¡Os lo regalo! Publicitad lo generoso que soy. ¡Usadme!...(¡lapsus!)¡Digo usadlo! (sabiamente).
P.D. Para reclamaciones por publicidad engañosa no me busquéis. A no ser que seáis atractivas. Se requiere foto.
