Y llegó el veranito. Y con él, los calores y los sudores (no todos causados por el tiempo estival) Y lo que es más importante: una nueva remesa de viñetas de el traslado.
Y como veréis, ya queda poco, poco, poco, para llegar al apoteósico final. Un final inesperado, sorprendente, que no dejará indiferente a nadie, y cabreará a muchos otros (sobretodo esto último, soy un especialista en cabrear a la gente. Si dieran dinero por ello y no fuera en tele cinco...)
En fin, disfrutad como siempre, reíros como nunca y que rule ese cigarrillo vegetal.
¡Un abrazote!
Para los nuevos:
El traslado es un pequeño libro de mis aventuras durante mi cambio de casa que debería haber durado un mes, pero gracias a mi pedantería y sobretodo, a mi vagancia, se a extendido como el mar rojo ante moises y su peli de 4 horas y tres ronquidos.
Si queréis disfrutarla desde el principio, podéis hacerlo aquí mismo, buscando en la etiqueta el traslado, o en facebook en un album llamado El traslado.
Masajes, esterilizaciones ozónicas y aplausos mentales ya sabéis donde.
¡Doble abrazote!
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