Es difícil concentrarse después de un clásico en domingo a la 9 de la noche. Entre nervios, euforia, depresión y demás, es imposible irse a la cama a una hora decente. Y peor. levantarse de forma decente.
A ver si empiezan a encenderse cerebros y ponen estos espectáculos en días y horas razonables.
¡Un abrazote!
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