¡Y paró el diluvio universal!
Al fin podré limpiar el arca en que se ha convertido mi casa (Os sorprendería lo cabezotas que se ponen las cucarachas cuando no quieren hacer algo) y dedicarme a labores más lúdicas, como el un dos tres, ¿a quién le toca tender esta vez? y derivados.
Y entre goteras y mochos os dejo las tiras del día, algo resbaladizas pero aún así fáciles de atrapar.
¡Un abrazote!
P.D. La pescadilla que se muerde la cola no es gay. Sólo tiene hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario