Después de pasar una mañana en un hospital Post-recortes, y recibir la declaración, está todo lo sano que puede estar alguien como usted, estoy lo bastante contento como para retomar el trabajo (no remunerado) con (cierto) optimismo.
Ahora que sé que todos mis achaques no se deben a la edad, sino a la mala vida, me siento joven (tos, tos, expectoración, calambre en la espalda) otra vez.
Y mientras recupero mi segunda juventud, un par de viñetas para celebrarlo.
¡Un abrazote!
P.D. ¿Alguien sabe de algún exorcista que pueda matar el espíritu navideño?
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