No se había registrado tanto culito prieto por metro cuadrado entre la derecha Española y los políticos Catalanes desde la final de champions entre el Real Madrid y el Athleti.
Ayer la televisión era un cúmulo de Especiales en los que se debatía sobre la independencia Escocesa (si dejamos de lado a Gran Hermano, donde se debatían otros tipos de independencia neuronal), sobre los efectos positivos o negativos de un Sí o un No, sobre cómo afectaría el resultado a otras regiones, sobre el mojón que enviaría Paquirrín a los escoceses en caso de ganar la propuesta afirmativa...
Añadiendo un par de presentadores carcas, casi hubiera sido una segunda eurovisión (con Frikis políticos en vez de cantantes). Écosse, un point, Scotland, one point.
Visto lo visto, ganara lo que ganara, no había diferencia alguna para nosotros. Primero porque nos la sopla lo que hagan los escoceses, a los que tendremos el placer de ignorar como hasta ahora, y segundo porque pasase lo que pasase, las posturas no hubieran diferido un ápice para nuestros políticos. Aunque no niego que me hubiera gustado ver las caras de limón Fari de algunos elegidos.
Mientras tanto, más humor, que bien nos viene.
¡Un abrazote!
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