Calores aparte, no se puede negar que Agosto en la ciudad es de lo más deprimente.
No queda casi nadie con quien pasar el rato, la calle está llena de sonrisas y bronceados, apareces en segundo plano en 300 mil fotos no deseadas, te conviertes en improvisado guía turístico cada tres calles y la cerveza hace que tu sudor adquiera un olor más rancio del habitual.
Y sí, jugar a distorsionar la voz frente al ventilador se considera la prueba definitiva de que eres uno de los míos. Mientras tanto, las viñetas del día, que conjuntan a la perfección con un buen baño en la playa, en la piscina, en la ducha o la fuente municipal.
¡Un abrazote!
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