No se habla de otra cosa. Ébola por aquí, ébola por allá, hay una especie de histeria colectiva adueñándose del país. Y no es para menos, es preocupante. Sobretodo, y parece que hay muchos que lo olvidan, para los afectados.
Piden además, la dimisión de Ana Mato como ministra de Sanidad, a lo que me opongo totalmente. Uno ha de dimitir al revisar una gestión defectuosa. No en mitad de ella. Es muy fácil decir, dimito, y dejo el pastel al pringao de turno que le toque después. Acabemos con esta emergencia, y después, con los datos en la mesa, exijamos dimisiones.
Animar desde aquí a la afectada y familia, que no lo tienen nada fácil con el prensismo amarillento que se está realizando, llenando portadas que deberían ocupar los protocolos y esfuerzos que se están llevando a cabo.
¡Un abrazote!
P.D. El perro me da pena. Pero mucho más la enfermera.
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