Qué sería el mundo de los pintamonas sin personajes como Ana Botella.
Esos días en que te levantas, estás espeso, las noticias del día no ayudan o, simplemente, no tienes esa chispa por falta de café, desequilibrio hormonal o sobre producción de libido no resuelta, aparece ella en primera página resolviendo todos los problemas a golpe de declaración.
Uno no es consciente del nivel de enchufismo que existe en las altas esferas hasta que comprueba el nivel de los asesores de imagen de esta señora. Ha de haber ahí un círculo endogámico de parientes, primos terceros del pueblo que tuvieron que escoger entre dedicarse al reciclado de chinchetas u ocupar un puesto en el gobierno, para entender el poco control y la nula gestión que hacen de la imagen pública de su protegida.
Lo último, por si alguien en este universo aún no se ha enterado, es la explicación de por qué no hay mujeres bombero, cuya explicación, proveniente directamente del Paleolítico Superior y de sus congéneres Cromañones, es, y cito textualmente, "Y las condiciones físicas de las mujeres y los hombres, por una cuestión de la naturaleza, hace que sean diferentes, que seamos diferentes, y por lo tanto es ésta la razón por la que no ha habido ninguna mujer entre estos 2014"
Escuchadas las declaraciones, a uno le asaltan dudas del tipo, qué creerá que son digamos, las componentes del equipo de Halterofília Femina, ¿híbridos masculinos? O quizás el problema resida en la metáfora que puede suscitar la imagen de una manguera expulsando regueros de agua en manos de una mujer.
Bueno, quizás no tenía otra salida...
Por 25 pesetas, mejores respuestas a la pregunta ¿por qué no hay mujeres bombero en el 2014? ¡Titutitutitutututut! ¡Porque no se han presentado! ¡Porque representaban el 2 % de todos los candidatos, cuando por la crisis, sólo un 5 % de los puestos se cubren! ¡Porque hay machismo encubierto! ¡Porque no se han presentad...!
¡TOLON TOLON TOLON! Lo siento, pero se ha equivocado, se ha repetido cuando ha respondido que no se han presentado.
En fin, por mi parte, desearle lo mejor y que si de mí y mi trabajo depende, que permanezca muchos, muchísimos años en el candelabro.
¡Un abrazote!
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