De pronto, Pablo Iglesias es poco menos que el demonio. Un intento de agrupar a los asustados votantes de derechas contando historias de fantasmas, de asesinatos en la oscuridad, de como sopló y sopló y la casa derribó, de como la coleta extiende sus dientes las noches de luna llena y sube a aullar a los tejados de la Moncloa, de como un solo mordisco es capaz de crear zombis rojos que propaguen su enfermedad y estas, son las más verosímiles de todo lo que se puede leer por ahí.
Y aunque lo único que provoca entre los votantes racionales es vergüenza ajena, reconozco que da resultado porque con el mundial terminado, Contador fuera del Tour y la liga a un mes de distancia de su comienzo, de algo hay que hablar mientras se toma un cortado.
Y por mi parte, fantástico porque es un señor fácilmente dibujable, así que, ¡continuad malditos!
¡Un abrazote!
No hay comentarios:
Publicar un comentario