La verdad es que no sé de qué nos sorprendemos. Si algo se ha de congelar no hay mejores fechas que las invernales para llevarlo a cabo. Podrían haberlo anunciado mañana y así nos tendrían a todos en vilo pensando que, al fin y al cabo, podría ser una inocentada. ¿Pero para qué esperar?
Habrán pensado que como ya estamos haciendo sitio en el congelador para las sobras navideñas seguro que queda espacio para poner algo más. Dentro de unos años, lo pondremos en el microondas y ahí estará, fresquito y como nuevo para poder seguir sufriéndolo. Si no se derrite como el cerebro de algunos gobernantes.
Mientras, a seguir riendo, y en mi caso, a disfrutar de mi nueva cafetera navideña, que me provoca mini orgasmos cafeínicos cada vez que la pruebo.
¡Un abrazote!
P.D. Liberad a Willie Toledo.
Muy buen blog y trabajos, Kevin!
ResponderEliminarSaludos!!