Escribiendo junto a la ventana del comedor, luchando por un poquito de sol con la planta que está sobre la mesita (de café auxiliar, fíjate las cosas que se aprenden en Ikea), soltando vaho como una locomotora del XIX, me siento capaz de escribir la novela del Siglo.
Sin embargo me ha dado por hacer este par de viñetas, que son más rápidas y yo muy vago.
¡Un abrazote!
P.D. No hay nada más pretencioso que acudir a una panadería y pedir un cguasssant. (excepto si eres Francés, que la pretenciosidad vienen en el ADN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario