Hoy el gobierno ha tenido la gentileza de mandarme una carta para advertirme, con buenas palabras, de que mi peugeot 205 de 20 años es una enooorme mierda, y que mis probabilidades de diñarla en su interior son diez veces mayores que si viajara en un modelo nuevecito.
Gracias. Ahora me siento mucho más tranquilo.
Mientras tanto espero que reciban mi propia misiva para recordarles que su mandato, también con buenas palabras, no es más que una enoooorme defecación diarreica.
Sinceramente
¡Un abrazote!
P.D. A partir de ahora mi coche se llamará Christine.
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