Hoy me he pasado unas cuantas horas en un mega centro del bricolaje y he entrado en un mundo paralelo en el que habitan seres humanos de otra dimensión que tienen su propio lenguaje, cultura y tradiciones (una catalunya en miniatura, vamos). Y pese que he tratado de comunicarme mediante todos los trucos lingüísticos que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida, me ha sido realmente complicado hacerme entender,
Todo, absolutamente todo allí, tiene un nombre y un propósito específico. Gesticular, hacer mímica y completar la actuación con frases del tipo "Un bicho de esos para sujetar armarios" no sirve de nada, a menos que lo acompañes de diagramas y dibujos.
Afortunadamente, esta pequeña tierra media maderera está habitada por poderosos, sabios y, sobretodo, pacientes humanos que me han ayudado a conseguir mi objetivo. A todos ellos, gracias.
Ahora ya puedo afirmar que Gandalf montaba armarios.
¡Un abrazote!
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