La línea temporal es así:
15: 00 Tuiteo (como siempre) la viñeta del día anterior. En este caso, la de un joven buscando trabajo como un zahorí.
15:01 Recibo una respuesta de un tuitero, alegando que ese chiste era un plagio y me manda el tuit del que, en teoría, yo me he copiado. El tuit dice así (transcrito tal cual):
Buscar trabajo con una rama en forma de Y.
Como no tengo ni idea de lo que me espera, y siempre voy de buen humor, respondo algo así como:
¡Vaya, parece que hemos conectado a nivel cerebral!
15:03 Me doy cuenta de que no era una broma y el tuitero está realmente cabreado. Está en su derecho y puedo incluso entender su malestar si realmente cree que tengo tiempo y ganas de leer los 15,000 tuits que recibo al día esperando con malevolencia que haya uno bueno para robarlo y... publicarlo gratuitamente (soy así, un Robin Hood de la tinta) A parte del hecho de que hago las viñetas la noche anterior, porque tengo un trabajo y ganas de comer, pero esa es otra historia.
15:04 Ataca la horda de trolls
De pronto empiezan a enviarme mensajes de gente que no tengo el placer de conocer, para decir que ellos ya lo sabían, que siempre robo y otras gentilezas.
Y ahí es donde me doy cuenta de lo que es un trol. Me siento David el Gnomo, rodeado e incapaz de hacer nada porque diga lo que diga, voy a empeorarlo. Así que me retiro y sigo con mi vida (y mi virus estomacal) que, como el desodorante, no me abandona.
¡Un abrazote!
P.D. Hace diez años, estornudé y me salió algo así como ¡faaceeebuuuk! ¿Podré emprender acciones legales contra Zuckerberg por plagio?
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