Ah, ya empiezo a saborear el nuevo año. Sí, acabo de pillar el primer virus del 2014. Esta vez estomacal. Una delicia.Tenéis que probarlo. Es excepcional para reducir los excesos navideños.
Proporciona una base de ejercicios cardiovasculares cada vez que debes (saltar, correr, arrastrarte) hasta el baño. Tu estómago te regala los oídos con cantos de ballena y aprendes a estructurar tu tiempo en el reservado respondiendo correos atrasados, acabando lecturas pendientes y prestando una atención e interés desmesurado por las instrucciones del champú.
Así que ya sabéis. Dad la bienvenida al primer virus del 14 con los brazos tan abiertos como la puerta del baño.
¡Un abrazote! (a distancia, que estoy en cuarentena)
P.D. Ahora sí que puedo decir que estoy vacío por dentro.
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