lunes, 17 de febrero de 2014

17 / 02 / 14


Cornerrollo diario.

Muchos (algunos, un par, mi madre) me preguntan de dónde saco los temas a comentar. No se trata de una ciencia exacta, no hay un proceso que sigo para inspirarme. Se trata de algo visceral, fruto más de las emociones que del intelecto. 


El hastío por ejemplo, hace que vuele mi imaginación para escapar de situaciones que invitan al suicidio, como la compra en el supermercado, fregar los platos o las lavanderías (que ya atacaré en algún otro momento). La ira también es bastante útil (léase los artículos dedicados a los molestos “yolosetodus” u “hombrepromoción”). Y a veces, como es el caso de hoy, simplemente me dedico a robar (sin que se note demasiado) a gente mucho más inteligente e ingeniosa que yo.



Me hicieron llegar hace poco un artículo de Quim Monzó en la Vanguardia, en el que hablaba de la puesta en marcha del nuevo diccionario Valenciano que tanta polémica ha provocado. Lejos de meterme en disputas lingüísticas (soy de ciencias puras, con sus parábolas, elipses, fuerzas centrípetas, enlaces covalentes, piritas y escasez de mujeres), el artículo comentaba que el diccionario valenciano era rico en terminología sexual. Y entre todas las acepciones, una llamó mi atención: La llençolada.



Escribo textualmente su definición: “Juego erótico en el cual un grupo de hombres se sientan en torno a una mesa, de forma que la parte inferior del cuerpo quede tapada por una sábana grande, y después una persona situada debajo de la mesa practica una masturbación a uno de los participantes, que tiene que hacer creer a los otros que no es él quien recibe la estimulación genital”



¡Menudo descubrimiento! Cuando uno piensa que no será capaz de ir más allá del mus, el pictionary o el parchís, se abren las puertas del paraíso. Y aunque mi fascinación por el hallazgo era enorme, no podía dejar de darle vueltas a su funcionamiento.



Porque estaremos de acuerdo que todo juego debe tener unas normas, y lo más importante, un perdedor. ¿Entonces, cómo funciona el invento? De acuerdo, me siento en la mesa, sirven la cena y hablamos de temas elevados como los rascacielos, los aviones o los jugadores de Baloncesto, cuando noto que alguien ataca mi entrepierna.
Fantástico. Comienza el juego. Y disimulo, todo lo que soy capaz de disimular, mientras sigo hablando con entusiasmo de algún otro tema elevado como los picos de europa o las jirafas.



Tenemos dos opciones: Primera, nadie me pilla. Disfruto de una cena estupenda y de una masturbación mucho más que estupenda. ¿Entonces qué? ¿Me pagan la cena? ¿O es que hay algún tipo de apuesta? ¿Y si la hay, cómo funciona? ¿Conforme avanzan “las comidas” (no he podido resistirme al juego de palabras) se va aumentando la cuantía? ¿Pongamos, cada cuarto de hora? 



Segunda opción: Me pillan (nada extraño, sabiendo que mi cara de póker cuando tengo buenas cartas es un ¡Yupi susvaisacagar!, no tengo ninguna duda que mi cara masturbatoria será mucho más evidente) ¿Pago yo la cena? Más importante aún. ¿Dejan que acabe? ¿Me dejan a medias como castigo? ¿Soy yo quien tiene que ponerse bajo la mesa ahora y masturbar al resto de participantes?



Y como estas dudas, mil más. ¿Qué ocurre si alguien acusa en falso? ¿Cena en público o privada? ¿Cena gourmet o de mcdonalds? ¿Hay un doble o nada? ¿Se pueden utilizar señas? ¿Se puede jugar en equipo? ¿El masturbado sabe de antemano que será él el elegido para poder mentalizarse? ¿Qué premio se lleva la/el masturbador? ¿Lo comparte con el ganador? ¿Puede unirse a la cena al terminar?



Buf… Tantas incógnitas, tan pocas respuestas. Podría seguir, pero he de empezar a buscar en mi agenda para organizar una partida.



¡Un abrazote!



P.D. Aquellos que hayan utilizado el método de ligoteo de supermercado, por favor expliquen sus experiencias. Razón: curiosidad matagatos.

2 comentarios:

  1. Ese juego es un clásico de la mitología popular. En mi zona se le llama El Impávido, y se hace con sexo oral.

    En cuanto a las dudas... No conozco a nadie que lo haya jugado nunca, así que supongo que nadie les da demasiada importancia xD

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  2. PD: Broma recurrente cuando hay un grupo de hombres y una sola mujer es proponer ese juego. No lo he oído mencionar nunca dado el caso de que no hubiese mujer xDD

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